Salvo algunos rezagados que posponen sus vacaciones para el mes de septiembre, por estas fechas la mayoría de las familias vuelven a casa tras el período vacacional. Después de unos días de descanso lejos de nuestra residencia habitual nos encontramos con la misma historia que se repite año tras año: polvo acumulado, olor a cerrado, terrazas y balcones descuidadas y una sensación de suciedad y malestar general. Para no entrar en histeria y que nos suponga un cúmulo de estrés innecesario (sobre todo después de invertir nuestras vacaciones en relajarnos) te proponemos un plan de limpieza general para poner en orden nuestra casa tras un largo período de tiempo cerrada y volver a sentirnos cómodos en ella pero sin necesidad de invertir mucho tiempo.
1º Abrir ventanas y balcones. Destacamos la importancia de un hogar bien ventilado para la oxigenación del ambiente y la eliminación de malos olores acumulados (restos de comida que no recogimos antes de irnos, olor a tuberías, acumulación de polvo). La sensación de un lugar cerrado es bastante incómodo por lo que para empezar a funcionar es necesario que entre aire fresco.
2º A la lavadora. La limpieza de la ropa sucia que hemos traído de nuestro viaje es una de las tareas que más prisa nos corre. Organiza y clasifica las prendas según nivel de suciedad y tipo de tejido. Te recomendamos no mezclar prendas muy sucias con manchas y prendas que simplemente hay que quitarles el mal olor, prendas de baño delicadas con toallas…cada prenda necesita su producto específico, temperatura del agua y tiempo de lavado.
3º Polvo general. Aunque hayamos tenido puertas y ventanas cerradas correctamente, la acumulación de polvo en muebles es inevitable. Prepara los productos y herramientas necesarias y anima a toda la familia a colaborar, es una tarea que pueden realizar incluso los más pequeños. Recuerda también desinfectar la encimera correctamente antes de preparar la comida.
4º El suelo en dos partes. Dejamos a un lado la escoba y nos vamos directos a la mopa, nuestra gran aliada para eliminar la película de polvo que se ha ido depositando en el suelo. Tras una primera pasada, es el turno de la fregona, para dejar nuestro suelo limpio, reluciente y con un agradable aroma.
5º Limpieza del baño. A pesar de que antes de irnos lo dejáramos bien limpio, es necesario un repaso general para eliminar el mal olor y las bacterias producidas por el agua estancada.
6º Exteriores. Aquí es donde menos podemos intervenir para evitar que se acumule la suciedad por lo que cuando llegamos a casa, casi nos da un patatús al verlo. No te agobies, tómatelo con calma y ayúdate de buenos productos que sean eficaces y te ahorren tiempo.